Transformación de un garaje en una vivienda para dos personas

El difícil acceso a la vivienda ha hecho que surjan nuevas ideas, como es la de reformar un bajo comercial y convertirlo en una vivienda. Nosotros hemos remodelado este antiguo garaje/local comercial en una moderna vivienda ideal para una pareja joven.

Condiciones para obtener la cédula de habitabilidad

En primer lugar, para llevar a cabo una remodelación así, es necesario cumplir algunos requisitos para conseguir la cédula de habitabilidad. Algunas de las condiciones a tener en cuenta son: ventilación, luz natural y un mínimo de metros cuadrados y altura.

Partiendo del estado original del garaje, tenemos trastero, aseo, lavadero y sistema de extracción y renovación del aire, el cual nos facilita la ventilación. No obstante, añadimos ventiladores de techo para mover el aire por toda la vivienda.

En cuanto a la luz natural, en el trastero y el aseo es prácticamente nula. Para que llegue la luz natural a toda la vivienda, hemos utilizado materiales brillantes, espejos y cristales, así como muretes de 1.2 m en vez de paredes completas para dividir los espacios.

La única fuente de luz natural es la entrada, y para aprovecharla optamos por una puerta de garaje con paneles, algunos de ellos de cristal. La puerta principal también cuenta con una ventanilla que deja pasar la luz y, además, instalamos una ventana en la parte superior de la puerta para tener un poco más de ventilación. Por último, en la parte más alta instalamos pavés blanco.

Diseño de la zona de día

La primera estancia que encontramos al entrar a este garaje transformado en vivienda es el despacho, al que le damos un ligero estilo industrial y le añadimos varios objetos de valor sentimental y aire vintage como la máquina de escribir y la radio. Lo separamos del garaje por un ventanal en cuadrícula que permite entrar la luz, y del salón por unos listones de madera.

Estos mismos listones los utilizamos en el salón para crear un panelado en pared y techo. Para que tenga más personalidad, prescindimos de objetos de decoración y optamos por la combinación de materiales: madera en la pared, terciopelo en los sofás, y metal y cristal en la mesilla.

En la cocina mezclamos dos estilos: el industrial, que podemos encontrar en la campana extractora, y el retro, que vemos en la nevera y el horno. La bancada es de madera, mientras que el frente es de terrazo, un material que vuelve a ser tendencia y que aporta resistencia y brillo, aplicándolo esta vez con colores más atrevidos.

En cuanto al comedor, pretendemos que sea un lugar inspirador y que invite a soñar con los viajes por carretera. Para ello colocamos una mesa de cafetería estilo años 60 y un mural fotográfico que recuerda a la famosa Ruta 66.

Diseño de la zona de noche

Para separar la zona de día de la de noche colocamos marcos de aluminio verde y una puerta corredera. En el dormitorio instalamos un panel luminoso en una falsa ventana, con una luz que invita al descanso y aporta una sensación cálida y de ensueño.

Destacamos el techo estrellado elaborado con bolitas de led incrustadas en la talla, un laborioso trabajo con un resultado mágico. Para que la luz de la entrada llegue hasta aquí, es clave el espejo de la pared del cabecero, que hace rebotar la luz.

Continuamos con el vestidor, que dejamos abierto para que deje pasar la luz y lo ocupamos con cajoneras estándar y baldas flotantes a medida. Desde aquí, por último, se accede al baño. Aprovechando el aseo que había antes de la remodelación, desplazamos el inodoro, ampliamos la estancia y colocamos una ducha más amplia.

Gracias a esta remodelación, adaptación y modernización del espacio, hemos conseguido transformar un local frío y oscuro en una vivienda luminosa y acogedora.